sábado, 6 de febrero de 2016

Tolerancia cero a la Mutilación Genital Femenina (6 febrero)


La OMS fija la cifra: más de 140 millones de niñas y mujeres han sufrido la mutilación total o parcial de sus órganos genitales. Casi tres veces la población de España. Solo en África Occidental, más del 85% de las mujeres entre 15 y 45 años han padecido esta violación de los derechos humanos que "atenta contra la vida de las mujeres, además de acarrear traumas y complicaciones físicas de por vida que pueden provocar incluso la muerte".

En total, la OMS calcula que la mutilación genital femenina (MGF) se practica en 28 países de África, Asia y Oriente Medio (Amnistía Internacional eleva esta cifra a 29 países e incluye a algunas regiones de América Latina). Malí es una de las regiones donde está más arraigada, concreta Plan Internacional: casi el 50% de las menores de 5 años y más del 77% de las que tienen entre 6 y 14 han pasado por este suplicio con el consentimiento de sus progenitores. Un estudio realizado por Plan Internacional en diciembre de 2010 concluye que al menos la mitad de los padres y un tercio de las madres querrían mantener esta costumbre por motivos culturales.
 Dos millones de niñas africanas sufren mutilación genital cada año
África es el continente donde esta práctica asociada a la pureza está más arraigada. Plan Internacional calcula que dos millones de menores sufren cada año la mutilación genital en esta parte del mundo. Sin distinción. "Se lleva a cabo en todos los niveles educativos, en todas las clases sociales y entre muchos grupos religiosos (musulmanes, cristianos, animistas), aunque ninguna religión la contempla como obligatoria", manifiesta Plan Internacional.

Cuatro niñas son mutiladas cada minuto en el mundo
Amnistía Internacional alerta de que cada minuto cuatro niñas sufren la ablación en el mundo. "Es posiblemente una de las violaciones sistemáticas más extendidas de los derechos humanos de mujeres y niñas", precisa. UNICEF estima que cada día son 6.000 las menores de entre 4 y 10 años que se enfrentan a la extirpación parcial o total de sus órganos genitales, "aunque la prevalencia varía mucho de unos países a otros". Amnistía Internacional señala a esta práctica como "una forma de tortura", por lo que insta a los gobiernos "a que cumplan su obligación de proteger estos derechos y tomen medidas para erradicarla" y a la comunidad internacional, que la reconozca "como una violación a los derechos humanos".

 Unas 17.000 niñas en España podrían estar en riesgo
Amnistía Internacional alerta de que la mutilación genital "ha comenzado a producirse en comunidades de inmigrantes en países industrializados, Asia y Latinoamérica". En España, Plan Internacional recuerda que se detectaron algunos casos en Cataluña en 1993 y en Palma de Mallorca en 1996, aunque "no existen pruebas fehacientes de que se hayan realizado más mutilaciones". Sí hay mujeres extranjeras residentes que han pasado por esta experiencia.
Desde 2005, Médicos del Mundo trabaja en nuestro país para prevenir que la MGF se lleve a cabo. En 2012 atendió a casi 800 personas de 23 nacionalidades distintas de África. "De ellas, más de 360 mujeres requirieron atención sanitaria, social y psicológica directa. Las cuatro nacionalidades más representadas fueron la nigeriana, la gambiana, la senegalesa y la malí", explica.

 España acaba de aprobar un Protocolo Común de Actuación Sanitaria frente a la Mutilación Genital Femenina
Hace escasos días, el Pleno del Consejo Interterritorial de Sanidad aprobó el Protocolo Común de Actuación Sanitaria frente a la Mutilación Genital Femenina, desarrollado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. Este Protocolo es el primero de estas características, ya que no solo intenta prevenir la ablación, sino que se reproduzca y que los sanitarios sepan cómo actuar ante las distintas situaciones que se les planteen.
Unas 17.000 las niñas residentes en España podrían estar en riesgo de sufrir esta práctica. Por ello, los médicos deberán dar al juzgado parte de lesiones cuando detecten que una niña "dependiente socioeconómicamente de sus padres" ha sufrido una ablación. Además, ante la sospecha de que las menores puedan ser sometidas a esta práctica durante un viaje familiar al país de origen, han de informar a los padres de las consecuencias de la ablación para la salud de la pequeña, así como de la comisión de un delito de lesiones por su parte. Para evitarlo, les propondrán un "compromiso preventivo" donde firmarán que no someterán a su hija a la ablación durante el tiempo que estén fuera de España.
FUENTE: Azucena García, 6 febrero 2015. Eroski Consumer.






200 Millions de victimes de mutilations génitales dans le monde. Le Monde, 6 -2-2016.



Quelque 200 millions de victimes, dont près de la moitié vivent en Egypte, en Ethiopie et en Indonésie. L’Unicef, le Fonds des Nations unies pour l’enfance, a établi, jeudi 4 février, ce nouveau bilan des femmes et filles souffrant de mutilations génitales dans le monde. Ce chiffre dépasse de 70 millions la dernière estimation, qui datait de 2014, notamment en raison de nouvelles données fournies par Djakarta.
L’ONU s’est fixé pour objectif de faire cesser cette pratique d’ici à 2030, dans le cadre des objectifs de développement adoptés par 193 pays en septembre. Sur les personnes affectées, 44 millions sont âgées de 14 ans ou moins. Dans les 30 pays où les mutilations sont les plus répandues, la majorité des victimes ont été excisées avant d’avoir 5 ans.

La Somalie, la Guinée et Djibouti restent les pays avec le taux de mutilation le plus élevé : 98 % des filles subissent des mutilations génitales dans le premier, 97 % dans le second et 93 % dans le troisième. « Dans [ces Etats], cette pratique est presque universelle », déplore Claudia Cappa, qui a dirigé la rédaction du rapport de l’Unicef. Maigre lueur d’espoir : le taux a en revanche régressé dans une trentaine de pays, dont le Liberia ou le Burkina Faso.
La Somalie, la Guinée et Djibouti restent les pays avec le taux de mutilation le plus élevé : 98 % des filles subissent des mutilations génitales dans le premier, 97 % dans le second et 93 % dans le troisième. « Dans [ces Etats], cette pratique est presque universelle », déplore Claudia Cappa, qui a dirigé la rédaction du rapport de l’Unicef. Maigre lueur d’espoir : le taux a en revanche régressé dans une trentaine de pays, dont le Liberia ou le Burkina Faso.