miércoles, 21 de enero de 2015

Ciudadanía. Segundo Trimestre. 2.015.


¡Hola chic@s! Os presento alguno de los trabajos que tenéis que realizar durante el trimestre.
. Al igual que en el trimestre pasado, debéis realizar una Exposición oral, pero en esta ocasión, no sobre un tema elegido por vosotros, sino el que nos haya correspondido.

ALUMNO
TEMA
FECHA
-M. Rojas
-R. Perea
-M. Demuratdze
-A. Lozano
-A. Ortiz-Leiva
-M. Jaén.
-S. Ben Fraj

-Agresiones sexuales a mujeres en guerras
-Mujeres asesinadas en Ciudad de Juarez
-Enfermedades olvidadas del Tercer Mundo
-El Sida. Su historia y presente.
-Los asesinatos por honor en Afganistán etc
-La pena de muerte.
-Los eunucos. Historia, y hoy en la India.

4 Febrero
-L.Pintor.
-M. Ballesteros.
-E.López
-M. López
-L. Salas
- A. Aguilar
-G.Rodríguez
-Tráfico de  armas, uso legal en EE.UU.
-Misiones humanitarias de los ejércitos.
-Crimen organizado: mafias, redes, justicia.
-Eutanasia y testamentos vitales.
- La intersexualidad.
-Las drogas ¿legalización?
- Deporte: violencia, fundaciones
11 Febrero
-A. Serrano
-A. González
-J. Mª. Pérez
-M.A. Peinado
-J. Ballester
-C. Ocaña
-F. Cuesta
-Desaparecidos en Dictaduras latinoamericana
-Trastornos de la alimentación
-El conflicto del Sahara.
-El comercio justo.
-Damas de blanco enCuba y de negroen Israel
-La ablación en África y en el mundo.
-La ley de la Memoria histórica en España
18 Febrero
- J. Cabrera
-A. Domínguez
-E. Velasco
-T. Jiménez
-M. Vilchez
-A. Peñafiel
-L. Yuste
-A. Ureña
-Las sectas.
-Persecuciones a cristianos, hoy.
-Gandhi y la no violencia.
-Rosa Park y los derechos civiles de negros.
-Australia: los aborígenes. Generación robada
-El Apartheid y Nelson Mandela.
-Teresa de Calcuta
-Pueblos indígenas e intereses económicos
25 Febrero

. Con motivo del 14 de febrero, vais a elegir un poema de amor - filial, amistad, pareja-, debe ser de un poeta reconocido. Lectura dramatizada y comentario. Se realizará en parejas.
Además, vamos a leer este famoso cuento, titulado "El amor y la locura".


Cuenta la historia que una vez se reunieron en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y cualidades de los seres humanos.
Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, tan loca como siempre, les propuso: - ¿por qué no jugamos al escondite?

La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse preguntó: ¿Qué es eso? ¿Y cómo lo haremos?
Es un juego, explicó Locura, en el que yo me tapo los ojos y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden. Cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes a quien encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El Entusiasmo y la Euforia bailaban y saltaban, al igual que Alegría y terminaron por convencer a la Duda, e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar, la Verdad prefirió no esconderse, ¿para qué? si al final, a la corta o a la larga, siempre la encuentran. La Soberbia opinó que era un juego tonto, aunque en realidad lo que le molestaba, era que la idea no se le había ocurrido a ella.
Cobardía prefirió no arriesgarse y Locura comenzó a contar, uno . . . dos. . . tres. . .
La primera en esconderse fue la Pereza que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La Fe subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo que, con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ¿Un lago cristalino? ideal para la Belleza; ¿la hendidura de un árbol? perfecto para la Timidez; ¿una ráfaga de viento? magnífico para la Libertad. Así que  terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde un principio; ventilado, cómodo, pero sólo para él.
La Mentira se escondió en el fondo del océano, (mentira, la verdad es que se escondió detrás del arco iris) y la Pasión y el Deseo en el centro de un volcán. El olvido...no recuerdo dónde se escondió. Y así, uno tras otro fueron encontrando su lugar ideal.
Cuando la Locura contaba 999.999, el Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado. Hasta que de pronto divisó un rosal y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
Locura llegó al millón y empezó a buscar. La primera que encontró fue a la Pereza, sólo a tres pasos de una piedra. Luego escuchó vibrar los volcanes y encontró a la Pasión y el Deseo. En un descuido encontró a la Envidia y pudo deducir fácilmente dónde estaba el Triunfo.
De tanto caminar, la Locura sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza, allí al lado encontró sentada en la orilla del lago a la Duda, aún sin decidir dónde esconderse.
Así fue encontrando a todos, el Talento entre las hierbas frescas, la Angustia en una cueva oscura, a la Mentira detrás del arco iris (falso, ella se había escondido en el fondo del océano). Y hasta el Olvido, que ya se había olvidado que estaba jugando, pero sólo el Amor no aparecía por ningún lado.
La Locura buscó detrás de cada árbol, en cada arroyo, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal, tomó una orquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó.
Las espinas habían herido los ojos de Amor, Locura no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, pidió perdón, imploró y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde la primera vez que se jugó al escondite en la tierra.
"El amor es ciego y la locura siempre lo acompaña"

3º. Derechos humanos. Un trabajo en grupo, de 4 alumnos, 
Primero, se elegirá un derecho humano fundamental. Segundo, Documentación. Se buscará en la prensa, como mínimo, 1 o 2 artículos por semana, que tengan que ver con ese derecho. Tercero: producto final. Con la información recabada, se realizará lo que estime oportuno el grupo: poster, video, trabajo digital...
Fecha de entrega: 4 de marzo. Semanas para recopilar la información: del 2 al 22 de febrero.

ENFERMEDADES OLVIDADAS.
Para conocer un poco sobre este tema, visita la página de Médicos sin Fronteras.
Crímenes por honor en Afganistán.



Justicia para las mujeres de Ciudad Juárez (2009).

lunes, 12 de enero de 2015

Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán.


El Gran Capitán y Granada. En el 500 aniversario de su fallecimiento.

"Tras los pasos del Gran Capitán".
Pablo Rodríguez. El IDEAL de Granada.


Granada, como último acomodo del héroe, honrará su memoria con una serie de conferencias que detallarán aspectos interesantes de su carrera. Profesores de la Universidad explicarán su papel como renovador de los ejércitos nacionales, su participación en batallas y asedios como el Montefrío o Loja, y los años finales de su vida, entre otras cosas. Serán conferencias que se alargarán desde el 10 de febrero hasta el 11 de junio, tal y como anunció recientemente el Ayuntamiento. Mientras tanto, a la espera del comienzo de las charlas, queda todo un legado de rincones que recuerdan el paso del Gran Capitán por Granada. Son cinco lugares clave en su vida, espacios que pueden ser visitados y en los que Fernández de Córdoba demostró su habilidad como soldado y su lealtad a la Corona.
     Castillo de Montefrío.
Aunque apenas permanecen unos muros en pie, la altura de los restos dan cuenta aún hoy de la gesta que aquel 26 de junio de 1486 se vivió en la localidad. Las tropas reales, entre las que se encontraba Gonzalo Fernández de Córdoba, intentaban entonces deshacer el cerrojo defensivo del reino Nazarí en su frontera norte. La conquista de Moclín, uno de los bastiones de la zona, determinó a la élite militar cercenar todos los castillos que quedaban en poder de la Corona granadina.
Uno de los más importantes era Montefrío. Las tropas alcanzaron la fortaleza el día 20 de junio y al día siguiente se inició un asedio que se resolvería muy rápidamente. El 21 se inició la tala alrededor del castillo, un paso previo al comienzo del asalto. Durante varios días, los ejércitos reales lanzaron varios asaltos con escaso resultado. Finalmente, Gonzalo Fernández de Córdoba se decidió a colocarse al frente de la soldadesca y, tras conminarlo a honrar los deseos de los Reyes Católicos, escaló los muros y se enfrentó personalmente a los defensores, que capitularon sin más demora.
La conquista de la localidad y los cambios provocados en las primeras dos centurias de gestión española determinaron la desaparición de aquella formidable fortaleza. Apenas restan pequeños lienzos de muralla. Sin embargo, la visita a la Alcazaba de Montefrío sigue siendo imprescindible para todos los amantes de la historia por su paisaje y por su condición de escenario de uno de los episodios más vibrantes de la vida del Gran Capitán.
     Alcazaba de Loja.
Loja es una de las ciudades más íntimamente ligadas al Gran Capitán. El héroe militar fue clave en la toma de su fortaleza, un bastión que funcionaba como cerrojo de Granada en su límite occidental. Pero más allá de lo sucedido en 1486, Fernández de Córdoba ejerció como alcaide de la localidad hasta sus últimos días.
 El último año de vida del Gran Capitán fue ensombrecido por la vigilancia a la que el rey Fernando le sometió. Su salida de Nápoles tras el triste episodio de las cuentas y fruto de las envidias cortesanas llevó de vuelta al héroe a sus ciudades. En Loja aguardó durante un tiempo, mientras en la Corte el rey era informado de las supuestas pretensiones de Fernández de Córdoba de regresar a Nápoles y alzarse con el reino al completo. Tal y como desvela el profesor Antonio López Ruiz en su artículo 'Una misión confidencial del alcaide de La Peza: impedir la huida a Italia del Gran Capitán', el héroe habría diseñado una estrategia para escapar de la Península y volver a Nápoles, un lugar en el que mantenía muchos apoyos. Preveía una ruta que conectaba Loja con Castell de Ferro a través de Archidona y Málaga, donde dos barcos lo llevarían hasta Italia. Sin embargo, los espías de la Corona, dirigidos por el alcaide de La Peza, no fueron capaces de revelar más movimientos de Fernández de Córdoba que los realizados hasta Archidona, viajes que podrían deberse a su papel como gestor de las tierras de Loja y alrededores. Tampoco encontraron rastro de los dos barcos que debían aguardar al militar.
Nunca se sabrá a ciencia cierta si la estrategia fue real o una nueva invención de los innumerables enemigos que el Gran Capitán tenía en la corte, pero lo cierto es que el héroe pasó muchos meses de aquel 1515 definitivo en Loja. La ciudad fue una de las últimas que pisó antes de fallecer, una vecindad que solo abandonó a finales de noviembre para alcanzar Granada, donde expiraría el 2 de diciembre de aquel año.
Altar Mayor del Monasterio S. Jerónimo

     La Madraza.
El Palacio de la Madraza que hoy pertenece felizmente a la Universidad de Granada fue testigo de los primeros pasos del cabildo municipal de la ciudad. En sus salas se reunieron los caballeros 24, antecedente de los actuales concejales, durante siglos. Entre ellos se contaba a Gonzalo Fernández de Córdoba, un dato que ha pasado desconocido durante mucho tiempo y que recordara el profesor José Antonio López Nevot, catedrático de Historia del Derecho de la UGR, durante la conferencia inaugural de las I Jornadas dedicadas a la Toma de Granada en 2011.
El héroe fue nombrado caballero 24 de Granada por el rey Fernando en persona, un puesto que sin embargo apenas ejerció dado su papel al frente de las tropas reales en Nápoles en los años siguientes a la conquista granadina. Esto provocó una tirante relación con el Cabildo, que se negó a pagar las dietas al héroe debido a su prolongada ausencia.
Hoy de aquella Madraza que gestionó la capital nazarí no resta nada. Siglos después el Consistorio se trasladó a la Plaza del Carmen, donde hoy en día sigue rigiendo los destinos de la ciudad. Pese a esto, la visita por este punto granadino sigue siendo obligatorio para todos como punto relacionado con la vida del Gran Capitán.
     Plaza de las Descalzas.
En el límite occidental del Realejo se abre la recoleta plaza de las Descalzas. Allí se alzan dos edificios relacionados directamente con los últimos instantes de Gonzalo Fernández de Córdoba. Anexo al templo del Convento de las Descalzas estuvo la última casa que habitó el héroe. De aquel hogar resta una hornacina y una lápida que recuerda el paso del Gran Capitán.
Las crónicas recuerdan que a finales de noviembre de aquel 1515 el genio militar era un anciano aquejado de una gravísima enfermedad. Impedido para gestionar los designios de Loja y previendo el final de sus días, Fernández de Córdoba alcanzó Granada con la intención de morir en la ciudad de sus sueños. Los últimos días los pasó en su hogar, en la plaza de las Descalzas, donde realizó testamento el 30 de noviembre. Solo dos jornadas después, el 2 de diciembre, expiró. Las exequias en memoria del gran genio militar se celebraron inmediatamente. Su cuerpo fue honrado durante nueve días en la Casa Grande de San Francisco, un convento que se situaba también en la actual plaza de las Descalzas, donde se alza hoy en día el MADOC. Allí descansó durante los años en que finalizaban las obras del que sería su lugar de reposo eterno.
     Monasterio de San Jerónimo.
Las calles Duquesa y Gran Capitán que rodean el Monasterio de San Jerónimo dan pistas sobre la relación del lugar con Gonzalo Fernández de Córdoba. Este majestuoso templo guarda desde hace siglos los restos del héroe. Su construcción se inició en tiempos de los Reyes Católicos, que trasladaron hasta aquí a la orden jerónima desde su primitivo asentamiento en Santa Fe. Las líneas actuales del templo se deben esencialmente a Diego de Siloé, aunque también trabajaron en la obra genios de la talla de Jacobo Florentino, Juan de Aragón, Juan Bautista Vázquez el Mozo, Pedro de Orea y Pablo de Rojas.
En 1522, una vez acondicionado el templo, fue cuando se trasladaron los restos de Gonzalo Fernández de Córdoba hasta el monasterio. Hoy reposan bajo el altar mayor de la iglesia, donde una lápida recuerda este importante hecho.