Después de seis meses intentando acercar la poesía a nuestros jóvenes, concluimos este curso académico 2018-19 con un autor cordobés Jacob Meléndez Martínez (Córdoba, 1928), padre de nuestro compañero Enrique Meléndez, profesor de tecnología. El poema está dedicado a la nieta e hija, respectivamente, en el momento alegre y emocionante de su nacimiento.
A mi nieta Clara.
Clarísima, que no Clara...
así luces tanto, tanto,
que nos ofrece tu encanto
la dádiva de tu cara.
Mi verbo, por comprensivo,
califica tu delicia,
y pongo, haciendo justicia,
tu nombre en superlativo.
En la niebla voy perdido,
pero alcanzo a comprender,
que un día serás mujer
y me darás al olvido.
Puesto a pedir, pediría
que en cualquier tiempo futuro
diera a mi rincón oscuro
tu sol rayos de alegría.
Yo sé que eres mi consuelo.
Si te contemplo, mi niña,
hay un alma que se aniña,
y es el alma de tu abuelo.
Significas ilusión
en la vida de mi hijo,
y yo, con amor, dirijo,
a Dios por tí mi oración.
Eres humana presea,
y si tu nombre pronuncio,
me ha conmovido el anuncio
de una vida que alborea.
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